La Organización Internacional de la Estandarización es la encargada de normalizar una serie de estándares para la homogeneización de productos y servicios, con el fin de que éstos sean comparables a nivel internacional. Así lo explicábamos en una publicación anterior, al referirnos al significado de las normas ISO. Post en el que también nos referíamos en términos generales, a la forma adecuada para la elaboración de un estándar. Ahora, explicaremos las tipos de ISO más usadas entre la amplia multitud de estándares existentes.
Las normas ISO son voluntarias, lo que quiere decir que no son leyes de obligado cumplimiento. Si que se podría dar el caso de que una ley indique expresamente la aplicación de una norma ISO.
Como explicábamos en el post sobre los principios de este tipo de estándares, sus motivos de elaboración responden a una necesidad de mercado. Cualquier sector industrial o grupo comunica a la Organización de la necesidad de elaborar un nuevo estándar. Lo que significa que existen una gran cantidad de nomas ISO que engloban prácticamente todas las áreas y procedimientos industriales. Pueden normalizar casi todo.
Para hacernos una idea, podemos decir que a principios del 2012 había aproximadamente 19.000 normas activas. Entre los tipos de ISO más utilizados, se encuentran las ISO 19011, cuyo objetivo es orientar a las organizaciones sobre cómo realizar auditorías internas; la ISO 14000, una serie de estándares basadas en cómo demostrar que la empresa trabajar bajo el respeto hacia el medio ambiente; las 18000 relativas a normalizar los sistemas de salud y seguridad ocupacional; la ISO 27001, que se encarga de asegurar las buenas practicas para la seguridad de la información en Sistemas de Gestión de la Seguridad de la Información (SGSI). Ésta en concreto, define las especificaciones a seguir para evitar riesgos y mejorar procesos.
Además, en conveniente estacar la ISO 16949 o ISO/TS 16949, cuyo propósito es determinar los requisitos particulares de calidad para la aplicación de la ISO 9001 para la producción en serie de piezas de recambio en la industria automotriz. La ISO/UNE 166000 (diferencia entre UNE e ISO) trata de optimizar en las organizaciones la forma de inversión en i+D+I. La ISO 31000 se encarga de la Gestión del Riesgo. De parecido cumplimiento, se encuentra la ISO 28000, que busca la estandarización para la gestión de la cadena de suministro y busca minimizar el riesgo de incidencias en la entrega de bienes y suministros. Facilita la circulación rápida y ágil de mercancías en las cadena de suministro.
Por último, de las más populares se encuentran las ISO 9001, mencionadas anteriormente. Estas normas se refieren a los requisitos de Sistemas de Gestión de Calidad. Todas ellas, ofrecen directrices para crear e implantar un sistema de gestión de calidad, sin embargo no proponen un procedimiento concreto como tal. Algo que sí que ofrece el Process Store de Sinnaps.
El propósito de elaboración de una ISO es similar, cuando hablamos del Process Store. Un mercado en el que cualquier empresa, profesional o particular puede publicar libremente su procedimiento concreto a seguir. Se trata de mejorar los existentes y comunicar a la comunidad de usuario que existen formas de hacer las cosas mucho más efectivas para alcanzar un resultado más exitoso. Al fin y al cabo, se trata de compartir nuestro conocimiento para evolucionar en todos los sentidos. Es lo que nos ha permitido siempre avanzar.
Éstas son sólo las más usadas en los 120 países que se rigen por la Organización Internacional de la Estandarización. Sin embargo, puede que exista una norma ISO menos popular pero que se ajuste mejor a tu tipo de empresa. Tus procedimientos y cultura organizativa pueden responder mejor a unos estándares diferentes. Y es que para gustos, colores. En las normas ISO los hay de todas las tonalidades.
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