La metodología ‘agile’ permite otorgar al proyecto flexibilidad y adaptabilidad para realizar cambios de última hora.

 

metodologia agile

 

Entre las distintas metodologías de un proyecto, el método agile nació en el mundo del desarrollo del software, por lo que la base es ir planificando el proyecto formado por hitos o fechas clave donde revisar los resultados obtenidos. Un sector que popularizó la metodología ágil basada en técnicas Scrum, cuya base está en las reiteraciones del proyecto. En el final de cada una se repasa lo obtenido y se vuelve a planificar, con el fin de conseguir un producto informático acorde con los requerimientos exactos del cliente y basado en los problemas que puedan ir surgiendo.

Sin embargo, y a pesar de que muchos otros sectores ha adoptado este término para gestionar sus proyectos, Scrum no sirve para todo tipo de proyectos. A continuación, vamos a conocer los principios del manifiesto agile, así como los tipos de metodologías ágiles más usadas. Además, veremos qué software nos facilita la implementación de esta metodología de desarrollo ágil  y cómo aplicarlo en nuestros equipos de trabajo.

 

Principios de la metodología ‘agile’

 

El manifiesto agile, realizado en 2001 y basado en el sector del  desarrollo del software, se centra principalmente en desarrollar un producto siguiendo exactamente los requerimientos del clientes. Esto quiere decir, que aunque tengamos cambios de última hora, este método es capaz de gestionar cada imprevisto. Y es que la metodología ‘agile’ aplica una serie de técnicas que basadas en entregas a tiempo y bajo lo estimado.

Según este manifiesto, sus principios se basan en los siguientes aspectos:

  • El trabajo de personas individuales e iteraciones sobre procesos y herramientas
  • Funcionamiento del software sobre una documentación extensiva
  • La colaboración con el cliente sobre una negociación contractual
  • Respuesta ante el cambio sobre seguir un plan

De modo que, las empresas utilizan principalmente la metodología ágil para acelerar la entrega del producto y mejorar la capacidad de gestionar el cambio de prioridades. Así lo indica la encuesta realizada en 2019 por CollabNet VersionOne a 1.319 profesionales que utilizan técnicas de trabajo ágiles para gestionar sus proyectos.

Y es que las metodologías ágiles son el reverso de técnicas clásicas de planificación, basadas en planificaciones estáticas e inamovibles. Al final este tipo de metodologías ágiles favorecen:

  • Calidad de producto
  • Mejoran el compromiso
  • Aumentan la rapidez de ejecución
  • Y mejoran la productividad y motivación del equipo

 

Tipos de metodologías ágiles más usadas

 

La encuesta realizada por CollabNet VersionOne también exponía que las principales metodologías ágiles que utilizan las empresas. Entre las más importantes, los directores de proyectos prefieren Scrum. Y aunque es muy efectiva para la mayoría de sectores, no lo es para la totalidad de las empresas, así como lo podrían ser las metodologías ágiles — excluimos el mundo de la construcción, cuyas técnicas siguen patrones estáticos específicos, a pesar de adoptar cada vez más sistemas como BIM.

Así pues, los resultados de este informe sobre el tipo de metodologías más usadas es el siguiente:

  • Scrum 54%
  • Híbrida personalizada (múltiples metodologías) 14%
  • Híbrida Scrum/XP 10%
  • Scrumban 8%
  • Kanban 5%

 

La metodología Scrum se basa principalmente en hacer un seguimiento al mismo tiempo que vamos planificando el proyecto. Por ejemplo, cada semana revisamos el trabajo realizado, resolvemos posibles problemas surgidos y re-planificamos con posibles nuevos requerimientos y tomando decisiones acordes a los resultados y a lo que realmente el cliente necesita. Estos periodos se suelen conocer como Sprint en Scrum.

Aunque Scrum es el método más utilizado en el sector del desarrollo de software, cada vez hay más empresas cuyos proyectos tienen una alta incertidumbre y necesitan gestionarse por técnicas ágiles y flexibles a los posibles cambios de última hora.

Otra de las metodologías ágiles más utilizadas es la metodología híbrida, la cual combina varios tipos de metodologías ágiles y tradicionales. Suele llevar tiempo en optimizar el proceso para toda la empresa, pero una vez se consigue suele aportar muchos beneficios al proyectos. Ciertos parámetros son fijos, como por ejemplo el presupuesto estimado, pero otros podemos ir adaptándolos según la evolución del proyectos. Por ello, se dice que la metodología híbrida incorpora ventajas de ambos métodos: ágiles y tradicionales, basados principalmente en la metodología waterfall.

Algunos ejemplos de este tipo de metodología son la combinación de Cascada y Scrum, SXP (Scrum y XP), y el EssUP (Essencial Unified Process).

 

 

Ante la creciente popularidad de este tipo de metodología ágil, han nacido muchas herramientas online de gestión diseñadas para aportar lo mejor del mundo más estático y tradicional y el ágil. Por ejemplo, Sinnaps es una herramienta que permite este tipo de gestión híbrida. Con plazos definidos y un presupuesto marcado, ayuda a planificar y controlar el proyecto para que se ejecute de la manera más optimizada posible a través de la identificación de los caminos críticos del proyecto.

 

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La metodología Scrumban es un híbrido entre Scrum y Kanban y permite priorizar tareas para el equipo de una forma simple y atendiendo realmente a los cambios y requerimientos del proyectos según va avanzando. Un ejemplo claro, es el tablero Kanban conectado con la planificación de los proyectos.

En este tablero tenemos clasificadas las actividades según su estado en todos los proyectos. Están priorizadas de manera vertical. Las más importantes son las primeras en la columna. Y es que gracias a la detección de la ruta crítica de los proyectos, el tablero es capaz de ayudarnos para saber qué hacer primero si queremos cumplir con presupuesto y fechas límites.

 

 

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Por último, la metodología basada únicamente en un tablero Kanban, se acerca más a la gestión a partir de listados de tareas en cada columna. Se utiliza más para proyectos simples, muy ágiles y con equipos de trabajo muy reducidos.

Además de este tipo de metodologías ágiles más utilizadas, también encontramos otras como la SAFe metodología, recomendada para grandes empresas, al igual que las técnicas de Lean Six Sigma, procesos de mejora continua utilizados principalmente en el desarrollo de productos.

 

3 pasos para implementar una metodología ágil de proyectos en el equipo

 

Se trata de uno de los dilemas y frustraciones de muchos líderes de equipos. ¿Cómo implementamos este tipo de procesos y métodos ágiles en el día a día de nuestros equipos?

Lo más recomendable es utilizar una herramienta online fácil de usar que promueva la colaboración y motivación de todos. A partir de este punto, se suelen estableces los siguientes pasos:

  1. Planifica el proceso de implementación del nuevo proceso de trabajo en el equipo. Define unas fechas límite, unos plazos con los que controlar que cada colaborador se va familiarizando con la nueva herramienta y metodología.
  2. Se recomienda además nombrar un responsable de implementación que responda a dudas y problemas que puedan surgir durante esta transición.
  3. El ejemplo de los distintos directivos es a veces la mejor y más rápida solución para una implementación con éxito. Si en las reuniones, utilizamos esta herramienta y las organizamos en función a metodologías ágiles, poco a poco los distintos colaboradores irán incorporando también en su día a día este nuevo proceso de trabajo. Al final, sólo si todos utilizan estas técnicas ágiles, añadiendo sus resultados a la herramienta, la metodología funcionará pues sobre todo se trata de colaboración tanto en el equipo como del cliente al equipo y viceversa.
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