ScrumTxos, Sushikanban,… ¿Te imaginas cocinar aplicando metodología ágil entre fogones? O enseñar a tus colaboradores a gestionar proyectos profesionales, mientras hacen equipo y se divierten al mismo tiempo. Visitamos las cocinas de Agile Taste, un espacio donde aprender a aplicar técnicas ágiles de gestión a través del mundo gastronómico.
Pepe Vázquez e Israel Alcázar son sus fundadores, y nos cuentan cómo estas experiencias tan innovadoras ayudan a los equipos a mejorar la gestión de sus proyectos.
Por ejemplo, «a veces, como pasa en los proyectos, introducimos situaciones que trastocan los planes y se solicita a los alumnos adaptarse a las mismas y conseguir los objetivos». Además, con respecto a la gestión de recursos, es interesante cómo «evitar el desperdicio de ingredientes» y aprovechar al máximo los recursos disponibles.
Todo esto mientras los equipos aplican «mejoras evolutivas en el flujo para mejorar continuamente el producto», trasladando estos conocimientos a la gestión de proyectos profesionales.
Índice
¿Qué es Agiletaste?
Agiletaste es una iniciativa que mezcla los nuevos modelos de trabajo de las metodologías ágiles con la gastronomía. Es aprender habiendo llevado a su máxima expresión, y es una experiencia de aprendizaje única en la que los alumnos se ven inmersos en situaciones reales que pueden surgirles en sus entornos de trabajo, pero en un entorno seguro y divertido en el que ellos mismos son los que cocinan y mientras lo hacen aprenden y reflexionan sobre cómo mejorar.
¿Cómo surgió esta idea tan innovadora?
Han pasado ya 4 años y 3 meses de su nacimiento, y parece que fue ayer….. Las metodologías ágiles estaban emergiendo con fuerza y siendo dos apasionados de estos modelos de trabajo, nos planteamos que teníamos que hacer algo para conseguir difundirlas mediante algún tipo de curso innovador.
Ambos conocíamos por experiencias propias modelos de enseñanza de las metodologías ágiles, basados en lo que se conoce como Serious Games ( con Legos por ejemplo) y, como además también nos gustaba mucho el mundo de la cocina (eran los tiempos de la primera edición de MasterChef que se hizo en España), nos pusimos a pensar en cómo podríamos mezclar los dos mundos Metodologías ágiles y Gastronomía. Y salió una palabra : “ScrumTxos”. O lo que es lo mismo: enseñar Scrum por medio de una dinámica de cocina de Pintxos.
A partir de esa ‘revelación’ empezamos a plantear una dinámica en una cocina profesional para
reproducir el ciclo de Scrum, mientras un equipo cocinaba de manera colaborativa para logra un objetivo: aprender de manera experiencial y con vivencias muy intensas la aplicación de Scrum. Y además, pasar una jornada con una inmersión total en el mundo de la cocina como si de un concursante de MasterChef se tratara.
Y nos pusimos a pensar, a diseñar y a ver a cocineros profesionales que nos podían proveer los espacios necesarios para la práctica de cocina.
Queremos dar las gracias en este punto a Nacho Garbayo, el director y cocinero de la escuela Sueños de Cocina, por su apoyo al proyecto, por sus Masterclass y por sus fabulosas recetas. Trabajamos con otras escuelas de cocina, pero Nacho siempre que puede nos acompaña en la parte de cocina.
¿Cómo se enseña la metodología ágil a través de la comida?
Lo más importante es encontrar un equilibrio entre tres aspectos básicos: el aprendizaje de los conceptos, la práctica de los mismos en la cocina y la diversión en cada etapa del proceso.
Mediante una simulación en la cocina, y según cual sea la experiencia, lo que hacemos es lo siguiente: en primer lugar una clase teórica de los fundamentos del marco de trabajo, pudiendo ser Scrum, Kanban, DesignThinking, LeanStartup e Innovación y Técnicas de comunicación efectiva.
Después el Jefe de Cocina imparte una MasterClass de cocina sobre el menú. A continuación, introducimos el reto de cocina en el cual, mediante varias rondas cocinando con un tiempo determinado, los alumnos tienen que ser capaces de hacer el menú aplicando lo aprendido en las etapas anteriores y mejorando en cada ronda el resultado.
A veces, como pasa en los proyectos, introducimos situaciones que trastocan los planes y se solicita a los alumnos adaptarse a las mismas y conseguir los objetivos.
Por último, se realiza una reflexión grupal en la que se analiza los sucedido, se extraen aprendizajes y para terminar degustamos entre todos lo que se ha cocinado acompañado siempre de una buena copa de vino.
¿Cuál es la experiencia estrella de la casa?
En estos cuatro años, la experiencia que más hemos“servido” ha sido la llamada Sushikanban, que consiste en aprender el método Kanban por medio de una simulación de cocina Japonesa de sushi, maki y otras delicatesen niponas. Divertidísima y muy práctica porque se vive el “flow”, algo básico en el método Kanban.
Como somos conscientes de que no a todo el mundo le gusta ese tipo de cocina, tenemos alternativas para otros paladares. Por ejemplo tenemos la experiencia BurgerKanban, y más recientemente la PizzaKanban.
¿Cómo haríamos una pizza siguiendo un tablero Kanban?
PizzaKanban es uno de esos Serious Games que hay en el mundillo de la enseñanza de las
metodologías ágiles y que tiene muy buena aceptación y es muy ilustrativo. Nosotros pensamos
que en lugar de hacerlo con cartón, tijeras, rotuladores de colores y pegamento… ¿Por qué no
hacerlo con masa de verdad, mozzarella de búfala, tomate, albahaca y otros ingredientes gourmet?
La esencia de la experiencia es aprender a
controlar el flujo del proceso de elaboración de las pizzas como si de una cadena de producción se tratara, gestionar el WIP para evitar el desperdicio de ingredientes (algo muy importante para nosotros en todas las experiencias), visualizar donde se encuentra en cada momento la preparación de la pizza y aplicar mejoras evolutivas en el flujo para mejorar continuamente el producto.
Además, los facilitadores, que actúan como clientes simulados de la Pizzería, meten caña a los equipos y juegan con las prioridades, la variabilidad, la urgencia… vamos como pasa en un proyecto.
¿Qué consejo de chef nos dais para aplicar la metodología ágil a vuestra vida personal?
Piensa en grande, empieza pequeño, falla pronto y adáptate rápidamente con la mente puesta en hacer cada día las cosas un poquito mejor.
Bueno, esto suena como muy “filosófico”, ¿no?… Por ser más concreto, podrías por ejemplo
aplicar un tablero Kanban para una próxima mudanza, para la reforma de la habitación de tus
hijos, o para que él mismo se organice las tareas del cole.
Hay muchísimas aplicaciones, pero lo importante es comenzar por algo e ir aprendiendo.