Un Sprint en Scrum es una de las partes que forman el desarrollo de un proyecto. Suele durar una semana y en ella se ejecutan tareas planeadas en el anterior sprint. Al finalizar, se reúne el equipo, se vuelven a evaluar resultados y se planifica el siguiente sprint. Así se podría dar una sencilla definición de Sprint en Scrum.
Los sprints en proyectos son elementos básicos de la metodología Scrum. Sin ellos, no se puede aplicar correctamente este tipo de técnicas ágiles, nacidas del sector del desarrollo de software por si habilidad para adaptarse fácilmente a los continuos cambios de este tipo de proyectos.
Los cambios en los proyectos que necesitan una gestión ágil suelen deberse tanto a cambios en los requisitos del cliente como por los posibles inconvenientes surgidos en la ejecución de las actividades.
¿Cómo empezar con un Sprint en Scrum?
Si tenemos proyectos en los que la adaptarnos a los posibles cambios o contratiempos que pongan en peligro el proyecto, es importante que utilicemos una metodologías ágiles. Entre las más populares, encontramos la metodología Scrum, en la que es inevitable trabajar con sprints o también llamadas iteraciones.
Estos intervalos de tiempo en los que crear y medir el rendimiento del proyecto tienen un objetivo principal: cuidar y respetar todos los requerimientos del cliente. No importa tanto cómo se ejecuten, lo importante es la calidad del resultado y no tanto si se llega a tiempo al plazo final. Y es que por el camino podemos encontrar obstáculos que nos impedirán saber exactamente cuál es el final del proyecto.
Al final, las metodologías ágiles favorecen los siguientes aspectos:
- Calidad de producto
- Mejoran el compromiso
- Aumentan la rapidez de ejecución
- Y mejoran la productividad y motivación del equipo
Sin embargo, ¿cómo empezar con un Sprint en Scrum? Para comenzar cualquier proyecto es importante obtener en el inicio toda la información posible y evitar así el mayor número de cambios posibles. Pero como se trata de un proyecto dinámico, que iremos planificando ca medida que va avanzando, y después de cada sprint, lo primero es convocar una reunión Kick-off para dar comienzo al proyecto cuanto antes.
1- Reunión Kick-Off. Convocamos al equipo, les asignamos tareas e intentamos averiguar cómo podría cada uno afrontar sus actividades. Por ejemplo, ¿qué recursos va a necesitar para este primer sprint? ¿Cuánto tiempo le va a llevar cada actividad? ¿Necesita trabajo de otras personas para sacar adelante esta primera fase de planificación?
Además, es importante compartir con todos los miembros los datos y requerimientos que tienes en el momento de arrancar el proyecto. Así como informar de lo que se quiere conseguir con el proyecto. De este modo, damos un sentido a la labor de todos y seguimos objetivos comunes.
Asimismo, cada uno tiene un nivel de incertidumbre que también debemos poner sobre la mesa. De esta forma, podremos planificar esta primera iteración o sprint de la forma más realista posible.
2- Reuniones individuales y primera planificación. Durante esta planificación surgirán más preguntas que intentaremos ir resolviendo en reuniones individuales con cada responsable de actividad. De esta manera, estaremos negociando tiempo y recursos de cada tarea, coordinando la ayuda que cada uno necesitará de todo el equipo.
Además, durante estas reuniones individuales darás respuesta también a muchas de las preguntas que hayan surgido durante la reunión Kick-off.
Puedes empezar esta primer planificación con herramientas de planificación fáciles de usar y colaborativas. De tal manera que promuevas desde el comienzo la motivación y el sentimiento de pertenencia por parte de todos. Una de las herramientas más populares para ello, es Sinnaps, que además incorpora un Kanban para que el equipo pueda ir viendo en qué trabajar cada día en listas de tareas que ya están priorizadas según la planificación que hemos dado.
3- Da comienzo al desarrollo del proyecto, a través del primer sprint. Una vez hayas planificado el sprint y distribuido las tareas a cada personas, pon en funcionamiento las actividades según los requerimientos, recursos y dudas aclaradas que tengas. Así, al mismo tiempo que pasas a la acción también vas a ir descubriendo otras tareas que tendrás que ir planificando en próximos sprints.
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1. ¿Qué metodología es la mejor? Algo está pasando…
2. Planifica tu proyecto: define sus especificaciones.
3. Hazlo de manera realista: ¿cómo pasar de la planificación ideal a una real?
4. Los hitos: «ser o no ser», cuando no debemos seguir adelante con el proyecto.
5. La comunicación del equipo: activar en el equipo la velocidad de crucero.
Planifica un «daily sprint» gracias a la metodología Scrumban
Un daily sprint en Scrum no es más que planificar cada día una iteración, convocar cada mañana al empezar la jornada una reunión con el equipo. Cada día vamos resolviendo problemas y asignado tareas para cada uno. Así, la flexibilidad del proyecto alcanza su punto más álgido. Cualquier inconveniente se puede evaluar al día siguiente, sin espera largos procesos.
Es cierto que los sprints diarios funcionan muy bien con equipos pequeños pero no tanto con medianos o grandes equipos de interesados en el proyecto. La agilidad en este caso es máxima. Así como también lo es el control del trabajo y el esfuerzo de cada persona.
Cabe decir, que muchas empresas suelen combinar sprints diarios con sprints semanales, especialmente si hablamos de proceso de nueva implementación.
Los daily sprints en Scrum, funcionan muy bien con técnicas Kanban. Es decir, la herramienta es un tablero Kanban, pero el método de gestión del trabajo a seguir es Scrum. Así nos encontramos columnas de actividades por hacer, se están haciendo, se están haciendo tarde o ya están hechas. Se puede filtrar por persona, por lo que el seguimiento individual de cada uno está asegurado.
Este Kanban ordena las actividades de todos los proyectos en los que esté involucrado una persona. Y además, las tareas están ordenadas por prioridad según los plazos que hayamos dado en la planificación a cada una. Las actividades más importantes están puestas al comienzo de la columna. Por ello, las técnicas Scrum se unen a las de Kanban, para pasarse a denominar Scrumban. Y es que muchas empresas ya están aplicando esta metodología mixta.
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